PIRINEO ESPAÑOL

 A España. Martes, 4 de junio

Itinerario: Lago Estaing-San Juan de la Peña-Ansó

Pernocta:  Aparcamiento de autocaravanas de Ansó (42.7625, -0.8286). Gratuito

El día amanece nublado y cuando estamos desayunando rompe a llover. Vaciados y llenados depósitos, ponemos rumbo a España.

Y…vaya carreteras!. El primer puerto, el Col de Soulor es sencillo y fácil pero el segundo, el col D’Aubisque es tremendo. Muy largo, retorcido y de tamaño más que justo,  pero lo peor es la niebla que se cierra hasta no dejarnos ver a más de 50 metros y amenizado por ciclistas y algunos no llevan ninguna luz. Seguro que las vistas son impresionantes pero no podemos ver absolutamente nada y no podemos despegar la vista de la carretera. Es muy estrecha, por lo que tampoco permite grandes alegrías. Cuando redacto el relato leo que hay restricciones de circulación para vehículos de más de tres toneladas y que las autocaravanas tienen el horario restringido según el sentido por la mañana o por la tarde. No vimos ningún cartel informativo de esto. 

Y el último puerto  es ya el de Portalet, fácil sobre todo después de haber pasado el anterior.

Si ayer dudamos en si  tomar el tren de Artouse, cuando pasamos hoy comprobamos que la niebla cubría las cimas por lo que ni pensamos en ello. Otra vez será. Parece que la niebla ha sido la invitada no deseada en esta breve ruta por los pirineos franceses.

Una vez en España ponemos rumbo a San Juan de la Peña, atravesando Jaca. Y la carretera tiene un ancho justo, para no encontrarte con otra autocaravana, aunque se puede pasar, dependiendo de los sitios.

Tras 11 km de subida llegamos al monasterio viejo. Aparcamos donde nos indica un trabajador, en un pequeño hueco junto a la caseta donde al parecer dan la vuelta los autocares. Y el único sitio que hay para aparcar es en la cuneta. Angel propone  ir al monasterio nuevo. Pero si lo hacemos, seguramente perderemos nuestro sitio de aparcar y tendríamos que subir 1,5 km que es la distancia que  separa uno de otro. Hablamos con el guarda y nos dice que por la tarde tienen prevista la llegada de tres autocares. Madre mía. Se me ponen los pelos como escarpias, yo creo que si nos cruzamos de bajada,  no cabríamos los dos, así que preguntamos por las horas aproximadas.

Faltan 15 minutos para las 14 horas, hora de cierre, por lo que decidimos comer y esperar a las 15 que abren de nuevo.

A esa hora visitamos el monasterio viejo, más que peculiar, con una belleza inusual. Del siglo X,  este monasterio se encuentra perfectamente mimetizado con su excepcional entorno natural. Con nuestra audio guía lo primero que visitamos es el  denominado Panteón real donde se encuentran enterrados los reyes aragoneses. 


Pero lo que más sobresale es su magnífico claustro románico, obra de dos talleres diferentes abierto y recogido debajo de una enorme roca. Los capiteles se conservan muy bien y vamos admirándolos de uno en uno siguiendo las explicaciones de la audio guía.

Hay otros edificios posteriores que se fueron sumando con los años. Añadir que Angel estuvo aquí de excursión con sus alumnos cuando hace 40 años estuvo destinado en Alcañiz, Teruel, pero se acordaba de poco.

Las deudas, el deterioro de las construcciones por su peculiar ubicación y los diversos incendios devastadores, sobre todo con el último en el siglo XVII que duró tres días, hizo que se perdiera la habitabilidad necesaria para la vida monacal, por lo que se edificó el Monasterio Nuevo al que decidimos dirigirnos.

Tengo que confesar que esta decisión la tomamos un poco obligados por tener que esperar hasta las 16,30 hora en la que todos los autocares previstos habrían llegado por lo que no nos cruzaríamos con ninguno y podríamos descender sin ninguna dificultad.

Ascendemos 1,5 km que nos separan del nuevo pero con dos curvas estrechas y cerradas. Tanto que los autocares se quedan en el monasterio viejo y una lanzadera, un autobús más pequeño, sube a los visitantes. Aquí, si nos cruzamos con un autocar es imposible pasar por lo que nos aconsejan esperar a ver el autobús lanzadera arriba aparcado para iniciar el descenso.

Dejamos la autocaravana en el hermoso aparcamiento del monasterio nuevo que se encuentra en una bonita pradera rodeada de pinos. Un lugar precioso. El aparcamiento, entre pinos, invita a la pernocta pero sabemos que está prohibido aunque vemos una camper que seguro que pasa la noche. Leemos que más de uno lo ha hecho. No hay señales de prohibición, pero a alguno le han echado de allí de malas maneras.

El monasterio nuevo es sorprendente. Han mantenido sus ruinas y encima han construido un suelo de cristal. Ocupando una gran superficie han recreado las distintas estancias y los personajes a tamaño natural, así que vamos paseando por la historia desde arriba.  Vemos las cocinas, despensa, botica, enfermería, refectorio…Muy ingenioso y didáctico.

Pasamos después a otro edificio donde paseamos al mismo nivel por las distintas estancias del monasterio dedicadas a distintos  oficios: panadero, herrero, carpintero… Un sitio muy peculiar y que me ha gustado visitar.

Salimos y vemos que la lanzadera no está. Tomamos la autocaravana y nos disponemos a esperar a que suba, lo que hace en pocos minutos así que tenemos el terreno libre y despejado para bajar. Y nos cruzamos con algún turismo que otro y una autocaravana pero en sitios muy buenos.


Una vez abajo ponemos rumbo a Ansó. Tardamos una hora en llegar por carreteras con buen firme pero muy retorcidas. Estamos ya un poco cansados. En Ansó aparcamos sin dificultad y ascendemos por una escalera hacia el pueblo.


Hermoso sitio donde la piedra es la protagonista.  Nos dejamos perder por sus calles, con viviendas de piedra y tejados de teja pero una teja similar al ladrillo. Es un lugar tranquilo, limpio y que se ve que sus vecinos lo miman.

Aunque todo el pueblo es bonito, tiene rincones especialmente hermosos, donde se combina la piedra, la madera, y las calles aparecen decoradas con plantas.


Ponemos ahora rumbo a poco más de un kilómetro  donde está el aparcamiento de autocaravanas y cuando llegamos, a las 19 horas, hay sitio para dos más (42.7625, -0.8286). Ahora a las 20,30 está completo. Pero aquí nos damos cita tanto autocaravanas como furgonetas o turismos y somos testigos de los problemas que comienza a haber ahora con este tipo de vehículos. Por falta de espacio, extienden sacos y toallas que cuelgan en las barandillas del parque  además de no ser nada discretos a la hora de sentarse en el exterior, y por la mañana los vemos alejarse con un rollo de papel higiénico en la mano.  Uno o dos, y en días puntuales, no pasaría nada, pero multiplicado esto por varios usuarios y todos los días lo pueden convertir en un vertedero. Este podría ser el motivo principal por lo que muchos aparcamientos que admitían autocaravanas están prohibiendo ahora su estacionamiento nocturno.

Recibimos la llamada de nuestros amigos Carlos y Pilar para ver como lo hacemos mañana para encontrarnos y acordamos que cuando lleguemos al área de Jaca les llamemos. Hablamos de los posibles problemas que podemos tener ya que el área se queda pequeña ahora en verano y podemos tener dificultades para encontrar sitio

Jaca. Miercoles 5 de junio

Itinerario: Ansó-Hecho-Siresa-Jaca

Pernocta:  Area de autocaravanas de Jaca (42.5677, -0.5455). Gratuita.


La noche ha sido como todas, muy buena y nos disponemos a partir hacia Hecho. Pero, no sé porque, salgo en sentido contrario al que debería y circulamos por una carretera estrecha que se dirige al Norte, hacia los Pirineos atravedando una estrecha garganta. Es muy hermosa con rincones preciosos, pero vamos en continua tensión. Si nos cruzamos con otra autocaravana, no cabremos. Con un turismo, apretándonos sí. Tras más de media hora, el navegador pierde la señal y en una bifurcación, justo cuando el valle se abre, nos detenemos. No sabemos hacia dónde ir. Angel se baja a mirar de cerca planos o señales

Veo que viene un turismo y cuando me sobrepasa toco el claxon para llamar la atención de Angel y decirle que les pregunte, pero el coche se detiene a mi altura, por lo que me bajo yo y me dicen que Hecho está en sentido contrario, que ellos vienen de allí. Así que tenemos que deshacer esta estrecha carretera de nuevo. Me enfado mucho, porque no es fácil conducir por aquí y se incrementa inútilmente el riesgo de sufrir algún golpe, pero es lo que tenemos.

Iniciamos el regreso y cuando llegamos a Ansó, recorremos el camino que hicimos ayer. Llegamos a Hecho en poco tiempo, aparcamos y damos un paseo por esta bonita y pequeña localidad, no más hermosa que Ansó, pero con su encanto particular.

En la entrada hay un mercadillo donde aprovechamos para comprar algo de fruta, un queso y miel artesana. Por lo menos sabemos lo que comemos, o eso creemos.

Continuamos nuestro camino hacia Siresa. Carlos nos dijo que hay un bonito monasterio y allí ponemos rumbo.

Aparcamos abajo y subimos unas escaleras para acceder a este sitio sorprendente y que no piensas que se encuentre  en un pueblecito tan pequeño y casi medio perdido. 

Este monasterio data del siglo IX, aunque se piensa que ya podía existir en época visigoda.

La arquitectura del monasterio combina elementos románicos y góticos, y su iglesia principal, la de San Pedro, es un destacado ejemplo de arquitectura románica. Pero como casi siempre, me atrae la arquitectura popular  y una vezx fuera no puedo dejar  de admirar las chimeneas que coronan los tejados de las casas.



Ahora ya ponemos rumbo a Jaca, a su área (42.5677, -0.5455), a donde llegamos alrededor de las 13 horas. Por suerte, encontramos sitio, hay mucho y nuestro amigo Carlos viene a buscarnos en 15 minutos para llevarnos a su “huerto” un lugar absolutamente delicioso, a las afueras de Jaca, con unas hermosas vistas sobre la ciudad y el campo y rodeada de un entorno precioso.

Allí tienen un pequeño lugar, tranquilo para reunirse con amigos y familia y disfrutamos de una deliciosa comida cocinada por nuestros siempre generosos anfitriones.

Después de hacer una buena sobremesa Carlos nos acerca al área a dejar a nuestra amiga peluda y nos sube al Mirador de Jaca y Peña Oroel donde está el fuerte Rapitan. Desde allí y a más de 1.000 metros de altura contemplamos todo el valle, Jaca a nuestros pies y toda la llanura que se extiende ante nuestros ojos.

Nos desciende a la ciudad y nos deja a la puerta de la ciudadela. Nos despedimos de él y nos dirigimos en primer lugar a la catedral, a visitar su museo románico.

La catedral de Jaca fue la primera gran construcción románica de la península. Levantada a finales del siglo XI, nació ligada al nuevo reino de Aragón y al Camino de Santiago.

Pero lo más relevante es su museo dedicado a la pintura medieval, uno de los más importantes de todo el mundo y donde se puede admirar una excelente colección de pinturas murales románicas y góticas de varias iglesias y ermitas.

Después nos acercamos a la ciudadela. Tan solo nos queda una hora para que cierren pero Carlos nos ha recomendado la colección de miniaturas militares y decidimos dirigirnos directamente a ella.

Y allí pasamos la hora completa, y más si hubiéramos tenido, disfrutando de estas miniaturas. No hemos visitado un museo similar y la verdad es que es muy entretenido. 


Destaca una maqueta de la batalla de Waterloo con todo tipo de detalles y luego muchas escenografías distintas, desde representaciones de distintas batallas a lo largo de la historia, hasta una muestra de la unidad militar de emergencia apagando un fuego. Es impresionante y disfrutamos mucho de ella.



De regreso a la autocaravana, cenamos y pronto nos fuimos a dormir. Durante la noche llovió y a la mañana siguiente pusimos rumbo de regreso a casa parando antes en Almudévar a comprar trenzas para todos.




Y sin más que destacar, llegamos a casa el jueves 6 de junio preparándonos para pasar lo que queda del mes de julio y agosto. Si todo sale bien, nuestros planes nos llevarán a mediados de septiembre hasta la Toscana italiana y Cinque Terre.

Mª Angeles del Valle Blázquez

Boadilla del Monte, Octubre 2023

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